miércoles, 29 de septiembre de 2010

La Justicia como calidad Humana



UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFESIONAL
LIC. EN EDUCACION
MATERIA: Teoría de Educación
TEMA: La justicia como cualidad humana
Nombre: Darlin Barrientos Franco
Bibliografía: Teoría de la Educación; James Bowen y Peter R. Hobson
Editorial: Limusa México, pp. 51-54

La argumentación hasta ahora, ha establecido que el buen Estado debe ser equilibrado y cada persona debe realizar su propio cometido; mientras que de acuerdo con el principio de la división del trabajo, los buenos gobernantes serán aquellos que más dotados estén por la naturaleza para serlo[DB1] . Sócrates sostiene ahora que la justicia de cada individuo es análoga a la justicia de Estado. El individuo es prudente por su razón, valiente por su espíritu se hallan bajo control de la razón. Y es justo cuando cada una de sus facultades desempeña su propio trabajo y no se entromete en las funciones de los demás.

Por fin hemos llegado, aunque con no poco trabajo, a demostrar claramente que hay en el alma del hombre tres principios que responden a cada uno de los tres órdenes del Estado[DB2] . – En efecto. - ¿No se nos aparece como inexcusable que el particular sea prudente? – Sí. - ¿Y que el particular sea valeroso de la misma manera y por lo mismo que el Estado? en una palabra, que todo aquello que contribuye a la virtud se encuentre en el uno como en el otro? – Sin duda. – Así diremos, mi querido Glaucón, que lo que hace justo al Estado hace justo al particular igualmente. – Consecuencia necesaria. –No hemos olvidado que el Estado es justo cuando cada uno de los tres órdenes de que se compone hace exclusivamente aquello que es su deber. – No crea que lo hayamos olvidado.  – Recordemos, pues, que cada cual de nosotros será justo y cumplirá su deber cuando cada una de las partes de que el mismo se compone cumpla su labor propia[DB3] .  – Sí, verdad es que deberemos recordarlo. - ¿No incumbe a la razón el mando, puesto que en ella reside la prudencia, y toda vez que ejerce inspección sobre la totalidad del alma? ¿Y no corresponde  a la cólera obedecer y secundarla? – Sí. - ¿Y  cómo podrían mantenerse en perfecto acorde esas dos partes si no es mediante la mezcla de la música y de la gimnastica de que antes hablamos, y cuyo perfecto será, por una parte, nutrir y fortificar la razón con hermosos preceptos y con el estudio de las ciencias, y, por otra parte, adulcigar y aquietar el valor con el hechizo del numero y de la armonía?  - No veo ningún otro medio. – Esas dos partes del alma, así educadas e instruidas en su deber, regirán el apetito sensitivo, que ocupa la mayor parte de nuestra alma, que es insaciable por naturaleza. Tendrán cuidado de que después de haberse acrecentado y fortalecido ese apetito con el goce de los placeres del cuerpo, no exceda de los límites de su deber, ni pretenda atribuirse sobre el alma una autoridad que no le pertenece, y que introduciría en el conjunto un extraño desorden. – Sin duda.

-   En caso de ataque exterior, adoptaran las mejores medidas para la seguridad del alma y del cuerpo. La razón, deliberará, la cólera combatirá, y, secundada por el valor ejecutará las órdenes de la razón[DB4] . – Perfectamente. – El hombre merece, pues, nombre de valeroso, cuando aquella parte de su alma en que la cólera reside sigue constantemente, a través de los placeres y de los trabajos, las ordenes de la razón acerca de lo que es o de lo que no es de temer. – Sí. – Es prudente por esas pequeña parte de su alma que ejerce el modo y da órdenes, única que se sabe lo que es útil a cada una de las otras tres partes y a todas ellas a la vez. – Cierto es eso. -¿No es temperante por la amistad y armonía que reinan entre la parte que manda y las que obedecen, cuando estas dos últimas están de acuerdo en que es la razón a quien corresponde mandar, y no le disputan la autoridad? – La templanza no puede tener más principio que ese, así en el Estado  como en el particular. – Finalmente, asimismo, será justo por cuanto acabamos de decir. – Indudablemente.

-¿Hay algo, ahora, que nos impida reconocer que la justicia en el individuo es la misma que en el Estado?  -No lo creo. – Si todavía nos quedase alguna duda al respecto, haremos que desaparezca, por los absurdos que trae aparejados consigo. - ¿Cuáles? – Por ejemplo: si se tratase respecto de nuestro Estado o del particular formado con arreglo a su modelo por la naturaleza y por la educación, de examinar entre nosotros si ese hombre podría distraer en provecho suyo un depósito de oro o de plata, ¿piensas que nadie le creería más capaz de una acción como ésa, que a aquellos que no se parecen a él? – No pienso tal cosa.        - ¿No será, igualmente, incapaz de saquear templos, de hurtar, de traicionar al Estado o a sus amigos?  - Sí. - ¿Y de faltar en algún modo a sus juramentos y promesas? – Sin duda. – El adulterio, la falta de respeto hacia los padres y de piedad hacia los dioses, serán otros tantos delitos de que se hará menos culpable que cualquier otro. – En efecto. –Y la causa de todo ello, ¿no es la subordinación establecida en las partes de su alma, y la aplicación de cada una de ellas a cumplir sus deberes? – Mal podría ser otra. – Pero ¿conoces alguna otra virtud, fuera de la justicia, que pueda formar hombres de ese carácter? –En verdad que no.

- Vemos, pues, ahora, con toda claridad, lo que al principio no pasábamos de entrever. Apenas pusimos mano al plan de nuestro Estado, cuando alguna divinidad nos ha hecho tropezar con un modelo de la justicia. – Verdad es. – Así, mi querido Glaucón, cuando exigíamos que le que hubiese nacido para ser zapatero, carpintero, o para ejercer cualquier otro arte, hiciese bien su oficio y no se entremesee en ninguna otra cosa, trazábamos la imagen de la justicia. Así hemos conseguido nuestro fin por ese medio.                                – Evidentemente. – La justicia, en efecto, se asemeja a lo prescribíamos nosotros en que no se detiene en los actos eternos del hombre, sino que regula lo interior del mismo, no permitiendo que ninguna parte de su alma haga otra cosa que aquello que le es propio, y prohibiéndoles que recíprocamente se usurpen sus respectivas funciones. Quiere que el hombre, después de haber señalado debidamente a cada cual las funciones que propiamente le incumben, después de haberse hecho dueño de sí mismo, después de haber establecido orden y concordia entre esas tres partes, de haber puesto entre ellas un acorde perfecto, como entre los tres tonos extremos de la armonía , la octava, la baja y la quinta, y entre los restantes tonos intermedios, si existen, después de haber ligado entre si todos los elementos de que está compuesto, de suerte que de su conjunto resulte un todo bien regido y concertado, quiere –digo- que entonces comience a obrar el hombre, ya se proponga acumular riquezas, ya cuidarse de su propio cuerpo, y acogerse a la vida privada, ya intervenir en los asuntos públicos;  que en todas esas circunstancias dé el hombre de acción justa y hermosa a toda acción que haga nacer y mantenga en él ese hermoso orden, y el nombre de prudencia a la ciencia que preside las acciones de esa naturaleza; y que, por lo contrario, llame acción injusta a la que destruya en él ese orden , e ignorancia a la opinión que preside semejantes acciones. – Nada mas cierto, mi querido Sócrates, que lo que dicen.
- Así no temeremos equivocarnos mucho si aseguramos que hemos hallado qué es un hombre justo, un Estado justo, y en qué consiste la justicia. – Nada tendremos que temer. - ¿Lo aseguraremos, entonces?        - ¡Si, por Zeus!  - Sea. Réstanos ahora, me parece, examinar qué sea la injusticia. – Sin duda. - ¿Es acaso otra cosa que una sedición entre las partes del alma, que se dirigen a aquello que no es de su incumbencia, usurpando ajeno oficio; una sublevación de una parte contra el todo por abogarse una autoridad que no le pertenece, porque está naturalmente hecha para obedecer a aquello que está hecho para mandar? De ahí, diremos, de ese desorden y de esa perturbación nacen la injusticia y la intemperancia, la cobardía y la ignorancia. En una palabra, todos los vicios. – Ciertamente. – Puesto que conocemos la naturaleza de las acciones justas e injustas. - ¿Cómo así?  -Porque hacen respecto del alma lo mismo que respecto del cuerpo hacen las cosas sanas y novicias. - ¿En qué? – Las cosas sanas dan la salud. Las cosas nocivas engendran enfermedad. –En efecto. – Parejamente, las acciones justas producen la justicia; las acciones injustas, la injusticia. – Indudablemente. – Dar la salud es establecer entre los diversos elementos de la constitución humana el equilibrio natural que somete unos a otros, o sea dominado por ellos, contra las leyes de la naturaleza. – Es verdad. – Por la misma razón, producir la justicia es establecer entre las partes del alma la subordinación que en ella ha querido poner la naturaleza. Producir la injusticia es dar una parte sobre las demás un imperio que va contra la propia naturaleza. – Perfectamente.
- La virtud es, pues, si así puedo expresarme, la salud, la belleza, la buena disposición del alma; el vicio, por el contrario, es su enfermedad, su deformidad y flaqueza[DB5] . – Así es como dices. - ¿No contribuyen las acciones honestas a promover en nosotros la virtud, y las acciones deshonestas a producir el vicio?                 – Sin duda. – No tenemos pues, más que examinar si es útil hacer acciones justas, aplicarse a aquello que es honesto, y ser justos, seamos o no tenidos por tales, o cometer injusticias y ser injustos, aun cuando no hubiésemos de temer ser castigados por ello y obligados por el castigo a hacemos mejores. – Pero, Sócrates, me parece ridículo que nos detengamos por más tiempo en semejante examen; porque si, agotado por completo el cuerpo, hácese insoportable la vida, aun cuando transcurra entre deleites y honores y en opulencia, con mayor motivo habrá de ser para nosotros una carga cuando el alma, que es su principio, esté  alterada y corrompida, aun cuando por otra parte tuviésemos poder para hacer cuanto se nos antojase[DB6] .


14 de Septiembre 2010

 [DB1]Me imagino que en esta parte se refiere a la justicia, a lo que se refería que cada quien debía estar centrado en sus asuntos o por así decirlo, preocupaciones. No andar entrometiéndonos en los asuntos de los demás.
 [DB2]Aquí creo que se refiere a lo que había establecido Platón sobre las personas que eran de oro, plata, y bronce.
 [DB3]Aquí dice que cada quien debe limitarse a sus labores, según sean de oro, plata o bronce. Y sea gobernantes, guerreros o artesanos.
 [DB4]Aquí explican para que sirve cada valor que existe en el alma.
 [DB5]Aquí dice que una alma Buena, estará llena de salud y belleza, me imagino que la salud y belleza será algo como el buen aprendizaje y obtener los valores del alma.

La justicia en el Estado



UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFESIONAL
LIC. EN EDUCACION
MATERIA: Teoría de Educación
TEMA: La justicia en el Estado
Nombre: Darlin Barrientos Franco
Bibliografía: Teoría de la Educación; James Bowen y Peter R. Hobson
Editorial: Limusa México, pp. 49-51


1.-  Resumen

Tras considerar los principios de selección de los futuros guardianes, el diálogo pasa a tratar de asuntos generales de organización social y señala los que deberían ser objeto de legislación. Las cuatro virtudes del Estado ideal: prudencia, valor, temperancia y justicia. La prudencia es la cualidad que distingue a los guardianes,  mientras que la valentía de los auxiliares y la temperancia que existe en la sociedad en general se debe a que cada una de las clases acepta a su papel particular en el plan general, así como el derecho de los guardianes a ser sus gobernantes. Luego, Sócrates pasa a considerar como se presenta la cuarta virtud, la justicia.  Hemos dado según parece, con lo que hace a nuestra republica prudente, valerosa, temperante. Fáltanos descubrir lo que completa su virtud; y es evidente que eso es la justicia.

Cada ciudadano debe tener un solo empleo, aquel para el cual trae, al nacer, más disposición. La justicia consiste en ocuparse únicamente de los propios asuntos, sin intervenir para nada en los ajenos. Me parece que después de la templanza, del valor y de la prudencia, lo que nos falta por examinar en nuestra república debe ser el principio mismo de esas tres virtudes, aquello que las produce y las conserva tanto tiempo cuanto en ellas perdura. Si encontrásemos esas tres virtudes, lo que quedase después de haberlas puesto aparte seria la justicia. Por fuerza habrá de ser ella. Si tuviésemos que decidir qué será lo que contribuya  mas poderosamente a hacer nuestro Estado; si la concordia entre magistrados y ciudadanos, o, en nuestros guerreros, la idea legitima e inquebrantable de lo que es tener  o lo que no, o la prudencia y celo de los que gobiernan, o , finalmente, aquella virtud por la cual todos los ciudadanos, mujeres, niños, hombres libres, esclavos, artesanos, magistrados y súbditos, se limitan cada cual a su empleo , sin intervenir en los ajenos, difícil cosa seria fallar.  Dificilísimo. Así esa virtud contiene a cada cual dentro de los límites de su propia labor, no contribuye menos a la perfección de la sociedad civil que la prudencia, el valor y la templanza. Y esa virtud, que unida a las demás, asegura el bien del estado.

La justicia asegura a cada cual la posesión de aquello que le pertenece, y el libre ejercicio del empleo que le conviene. Mas si aquel a quien la naturaleza ha destinado a ser artesano o mercenario, hinchado con sus riquezas, con su crédito, con su fuerza o con cualquiera otra ventaja semejante, se ingiriese en el oficio de guerrero , o el guerrero en las funciones de magistrado sin tener capacidad para ello, si hiciesen trueque de los instrumentos propios de su empleo y de las ventajas que este lleve aparejadas, o si el mismo hombre quisiera cumplir a la vez esos diferentes empleos, entonces, creo, y sin dudad lo creerás tú como yo, que semejante cambio y confusión acarrearían infaliblemente la ruina de la sociedad. En eso, pues, consiste la injusticia. De donde se sigue que cuando cada orden del Estado, el de los mercenarios, el de los guerreros y el de los magistrados, permanece dentro de los límites de su empleo, sin exceder de ellos, eso debe ser lo contrario de la injusticia (es decir, la justicia), y lo que hace que una republica sea justa.

2.- Análisis

En este texto se mencionan las cuatro virtudes del Estado ideal, las cuales son: prudencia, valor, temperancia, justicia. Dice que la prudencia es la cualidad cual hace diferente a los guardianes, la valentía a los auxiliares y que la temperancia existe en la sociedad en general. Hacen énfasis en la virtud de la justicia con varios ejemplos. Dice que cada persona debe tener un solo empleo para el cual nació. Dice también que la justicia se trata solo de ocuparse  solamente de nuestros propios asuntos o problemas sin entrometernos en asuntos de los demás. La justicia se trata de que cada quien se mantenga en sus propios límites, también asegura a cada quien lo que le pertenece y que cada persona es libre de escoger el empleo que le convenga.
Pero también dice que si un artesano toma el oficio de guerrero sin haber nacido para ello, aunque tenga las herramientas para hacerlo, no sería correcto porque a causa de eso cambio se crearía una confusión y traería con ella la ruina para la sociedad. En otras palabras si naciste para ser artesano y escoges un oficio totalmente opuesta a eso, será sumamente difícil el cambio por qué tendrías que aprender nuevas cosas nada relacionadas con lo que originalmente eres, artesano.

También habla de la injusticia, que si entras dentro de los límites de un oficio que no es tuyo interfieres en algo que no te pertenece y de ahí sería una injusticia para la otra persona.


                                            
                                                                                                                                  Martes 14 de Septiembre 2010

La República

UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFESIONAL
LIC. EN EDUCACION
MATERIA: Teoría de Educación
TEMA: República
Nombre: Darlin Barrientos Franco
Bibliografía: Teoría de la Educación; James Bowen y Peter R. Hobson
Editorial: Limusa México



1.- Resumen

Sócrates sostiene que dado a que el carácter se forma a edad temprana, la educación de los guardianes ha de comenzar en sus primeros años. Por tanto, los niños seleccionados para tal educación solo han de ver el bien, que primero debe aparecer en una forma simplificada y seleccionada, dirigida hace la meta de producir personalidades armoniosas. Esto es, personas que no estén poseídas ni de una petulancia incipiente ligada a una inclinación animal arreglarlo todo por la fuerza bruta, ni débiles ratones de biblioteca sin arrestos mentales, endebles para la lucha. El  carácter de los guardianes, la energía, y la iniciativa han de estar en equilibrio con la razón. Para cultivar tales cualidades se indica que los estudios acostumbrados de los atenienses deberían ser: música, literatura y educación física.

Tal será, por tanto, el carácter de nuestros guerreros. Más, ¿de qué manera formaremos su espíritu y su cuerpo? Examinemos antes si esa búsqueda puede conducirnos al objeto de esta conversación, que consiste en conocer cómo puede originarse en la sociedad la justicia y la injusticia, a fin de no descuidar la tal búsqueda, si puede servirnos de algo, u omitirla si resulta que es inútil. Formemos a nuestros guerreros a nuestro arbitrio y por vía de conversación. Forma el cuerpo mediante la gimnastica y el alma por medio de la música.

La gracia o la falta de gracia se encuentran en sus obras; y así como la falta de gracia, de número, de armonía, suele ser indicio de mal espíritu y pésimo corazón, así las cuestiones opuestas son imagen y expresión de un espíritu y de un corazón bien hecho. Necesitamos, por el contrario, buscar artistas hábiles, capaces de seguir las huellas de la naturaleza de lo bellos y de lo gracioso, para que nuestros jóvenes, criados entre sus obras como en ambiente puro y sano, reciban sin cesar de ellas saludables impresiones por ojos y oídos, y que desde la infancia todo les mueva insensiblemente a imitar, a amar lo hermoso, y a estableces entre ello  y ellos mimos un perfecto acorde.

El hecho de que sea la música parte principal de la educación, porque el numero y la armonía, al insinuarse desde muy temprano en el almas, se apoderan de ella y hacen penetrar en su fondo, en pos de si, a la gracia y a lo hermoso, cuando se da esa parte de la educación como debe darse, mientras que ocurre todo lo contrario cuando la descuidamos? ¿ y , no será , a mas de eso , porque in joven educad como es debido en la música discernirá con todo precisión lo que haya de imperfecto y de defectuoso en las obras de la naturaleza y del arte, y recibirá de ello una impresión justa e enojosa; y por lo mismo, alabara arrebatadamente lo que observe hermoso, le dará cabida en su alma, hará de ello su alimento, y con eso formara para la virtud;  mientras que, por otra parte , sentirá desprecio y aversión naturales hacia aquello que encuentre vicioso , y eso desde su más tierna edad, antes de ser iluminado por las luces de la razón, apenas llegue la cual se abrazara con ella en virtud de la secreta relación que habrá establecido la música entre la razón y él?  Esas son, a mi ver las ventajas que nos proponemos conseguir al educar a los niños por medio de la música.
Del mismo modo, pues, que no nos hallamos suficientemente instruidos en lo que se refiera a la lectura hasta que ninguna combinación de las letras  elementales en todas las palabras, largas o breves, sin dejar una, se nos escapar, y que nos aplicamos a reconocer donde quiera que las hallemos esas letras, porque sin eso nunca llegaríamos a ser gramáticos.  Igualmente, que, si no conocemos las leras en sí mismas, jamás conoceremos la imagen que de esas letras veamos representada en las aguas y en los espejos siendo como son una y otra cosa objeto de la misma ciencia y del mismo estudio.

A mi parecer, no es el cuerpo por bien constituido que este, el que torna buena al alma con su virtud, sino que es el alma, por el contrario, cuando es buena, la que da al cuerpo, mediante su propia virtud, toda la perfección de que aquel es capaz. Tengo observado en efecto, que a los que se dedican exclusivamente a la gimnastica les queda cono consecuencia de ello demasiada rudeza, y que los que solo han cultivado la muisca son de un blandura y molicie que no les honra, precisamente. Y sin embargo, esa rudeza solo puede porvenir de un natural ardiente y lleno de fuego, que, de ser bien cultivado, daría un fruto de calor, pero que, mantenido en tensión excesiva, degenera en rudeza y aun en brutalidad. Queremos, por tanto, que nuestros guerreros reúnan a la vez esos dos caracteres, porque su acorde hace al alma a la vez valerosa moderada….

Así, no para cultivar el alma y el cuerpo (pues si este ultimo saca algún provecho de ello, es solo indirectamente), sino para cultivar solo el alma, y perfeccionar en ella el valor y la cordura, han otorgado los dioses al hombre la música y la gimnastica, para que los acuerde entre sí, entendiéndolos y aflojándolos oportunamente y en un justo grado.  Por tanto aquel que ha encontrado el temperamento justo de esas dos artes y que las aplica como es debido a su alma, ese merece mucho mas el nombre de músico y posee mejor que la ciencia de los acorde que aquel cuyo arte se limita a templar las cuerdas de un instrumento.

La selección de los guardianes: metáfora de los tres metales
La discusión gira en torno a la selección de los futuros guardianes de ese Estado ideal, y primer criterio propuesto es que tales personas han de poseer una devoción al bien común que este pro encima de sus sentimientos personales. Tal cualidad, y otras que se especifican, no se encuentran en todo el mundo en el mismo grado; l agente tiene una constitución distinta, que Platón explica mediante la famosa metáfora de los tres metales, donde sostiene que las diferencias individuales se deben a que los dioses han mezclado en nuestras almas, en proporciones diversas, los equivalentes psíquicos de los metales oro, plata, y bronce. Son aquellos que tienen dentro de si las cualidades del amor a la justicia y al bien público.

Habrán de mandar los ancianos, y los jóvenes a obedecer. Habrá que escoger, entre los ancianos, a los mejores. Sin duda los que más entienden la agricultura. Si hemos de escoger también por jefes a los mejores guardianes del Estado, escogeremos a aquellos que en más alto grado posean las cualidades de guardianes excelentes.  Para eso hace falta que, a más de la prudencia y la  energía necesarias, tengan mucho del celo del bien público. Escojamos pues, de todos los guardianes, a aquellos, que, después de nuestro maduro examen, nos haya parecido que se han pasado la vida preocupándose de hacer aquellos que redundaba en provecho publico a juicio suyo, y a quienes nada tuvo jamás fuerza  bastante para moverles a observar si han permanecido en  todo punto fieles a esas máximas, y si no les han hecho nunca perder de vista la obligación de obrar en pro de bien público el soborna o la coacción.

Las opiniones  surgen de nuestro espíritu e dos distintas maneras: o bien voluntariamente, o bien a pesar nuestro. Voluntariamente renunciamos a las opiniones falsas cuando alguien nos desengaña; abandonamos a pesar nuestro aquellas que son verdaderas.  Ahora comprendo  que los hombres renuncien a pesar suyo  a las opiniones verdaderas. Esa calamidad no puede, pues ocurrirles más que por sorpresa, por hechizo, o por violencia.

Instituiremos por jefe y guardián de la republica a aquel que en la infancia, en lo mocedad y en la edad viril, haya pasado por todas esas pruebas saliendo puro de ellas; le colmaremos de honras durante su vida, y después de su muerte  le erigiremos un magnifico sepulcro, así como todos aquellos monumentos que pueden ilustrar su memoria.   En cuanto a los que no posean ese carácter, los reprobaremos.

 Todos vosotros sois hermanos, les diré; pero el dios que os ha formado ha hecho entrar oro en la composición de aquellos de vosotros que son aptos para gobernar a los demás; así son los más preciosos. Ha puesto plata en la composición de los guerreros, hierro y bronce en la de los labradores y demás artesanos. Como todos poseéis origen común, tendréis, por lo regular, hijos que se os asemejen. Más podrá ocurrir que un ciudadano de la raza de oro tenga un hijo de la raza de plata; que otro de la raza de plata traiga al mundo un hijo de la raza de oro, y que otro tanto ocurra a las demás razas. Ahora bien, el dios ordena  ante todo a los magistrados que cuiden y atiendan principalmente al metal de que se componga  el alma de cada niño. Y si sus propios hijos  tienen alguna mezcla de hierro o bronce, no quiere el dios que en modo alguno hallen gracia ante los magistrados, sino que estos los regulen al estado que les convenga, sea el de artesano o l de labrador. Quiere asimismo que si estos últimos tienen hijos que dejen ver oro o plata en su composición, sean elevados los unos a la condición de los guerreros, y a la de los magistrados los otros, porque hay un oráculo que dice que la republica perecerá cuando sea gobernada por el bronce o por el hiero.

Si nuestros ciudadanos son debidamente educados y llegan a ser perfectos hombres de bien, fácilmente verán por si mismos la importancia de todos estos puntos y de otros muchos que aquí omitimos, como son los concernientes a las mujeres, al matrimonio y a la procreación de los hijos; verán, digo, que, como dice el proverbio, todas esas cosas deben ser comunes entre amigos. Lo cual estará muy bien. En un estado, todo depende de los comienzos. Si ha comenzado bien, irá aumentando siempre, como el círculo. Una buena educación forma naturales hermosos; los hijos siguen primeramente las huellas de sus padres, hácense bien pronto mejores que quienes les precedieron, y, entre otras ventajas, cuentan con la de traer a vida hijos que les superen también a ellos en merito, como ocurre como los animales. Los que se hallan frente a nuestro Estado, habrán de velar especialmente porque la educación se mantenga pura, y, sobre todo, para que nada sea innovado en la gimnastica y en la música, de suerte que si algún poeta hable de nuevos aires, sino de una nueva manera de cantar, y no aprueben semejantes innovaciones. No hay que encontrar ni introducir ninguna innovación por ese estilo. Tengan cuidado, pues, con no adoptar nada nuevo en materia de música, que con ello se arriesgaran a echarlo todo a perder; porque, como dice Damon, y en eso estoy en parecer mismo, no se puede tocar a las reglas de la música sin alterar las leyes fundamentales de la gobernación.

Mientras que si los juegos de los niños son regulados desde el primer momento , si el amor al orden penetra en su corazón al mismo tiempo que la música, ocurrirá , en virtud del efecto contrario , que todo saldrá cada vez mejor, de modo que si la disciplina  decayese  en algún extremo, ellos mismos la restablecerán algún día. Ellos mismos restablecerán esos reglamentos que pasan por ser minucias, y que sus predecesores habían dejado caer en desuso.  Los reglamentos son los siguientes: callar en presencia de los ancianos, levantarse cuando estos lleguen, cederles el puesto de honor en todas partes, guardar el debido respeto a los padres, conservar la manera de vestir, de cortarse el pelo, de calzar, todo la atañedero al cuidado del cuerpo , y otras mil cosas análogas.  Por consiguiente, nuestra conducta acaba por ser muy buena o muy mala según el punto de partida. Es natural que así sea.

2.-  Análisis

En la republica se sostiene una conversación muy analítica sobre la educación. Lo primero que dice es sobre la educación que debe tener un hombre para en verdad ser equilibrado por así decirlo.  Que la energía y la iniciativa de los guardianes deben de estar en equilibrio con la razón para así llevarlos hacia un buen camino.
Para que en los guardianes exista tal equilibrio deberán tener los conocimientos acostumbrados de los atenienses que son: música, literatura y educación física.

Para formar a los guerreros es necesario que aprendan tanto música como educación física, que es necesario que se tomen en cuenta ambas cosas porque de lo contrario existirá un desequilibrio en su formación.  Que si nada mas toman educación física existirá en ellos una cierta rudeza y los que solo han estudiado solo música existe en ellos blandura.  Luego comentan sobre las personas que han de mandar, dice que los ancianos son los indicados para mandar y escogerán a esos con experiencia en la agricultura. Me imagino que a los ancianos por su sabiduría que han acumulado durante su vida. Y que los jefes de estado serán escogidos los que hayan tenido preocupación en la gente que mandan, los que nunca hayan bajado la guardia de sus obligaciones por aceptar algún soborno o coacción. O sea que no hayan sido corruptos, esas personas serán las mejores para instruir y dar el ejemplo a los jóvenes.

También analizan la metáfora de los tres metales de Platón, dicen que no importando la clase de metal que sea el padre, por ejemplo oro, puede existir que los hijos de este sean de bronce o plata. O que una persona siendo de bronce, tenga un hijo de oro. También que es posible que un hijo supere a sus padres en merito. Estoy en acuerdo con esto, no quiere decir que porque los padres sean de cobre, necesariamente los hijos también lo sean, siempre hay oportunidad de que los hijos sean mejores, de oro.

Inclusive dice que la educación se debe de mantener pura, que no deben de innovar porque ahí se pierde todo lo esencial del aprendizaje. También que si se implementan reglas para los jóvenes será más fácil para los guardianes instruirlos, que es necesario que tengan respeto hacia los ancianos y sus padres,  a mantener su forma de vestir, calzar, peinado y cuidado personal como es. Que si mantienen estas reglas su conducta acabara por ser muy buena o muy mala según su punto de partida.



Lunes 13 de Septiembre 2010

Teeteto

UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFESIONAL
LIC. EN EDUCACION
MATERIA: Teoría de Educación
TEMA: Teeteto
Nombre: Darlin Barrientos Franco
Bibliografía: Teoría de la Educación; James Bowen y Peter R. Hobson
Editorial: Limusa México


1.-  El oficio de partear, tal y como yo lo desempeño, se parece en todo lo demás al de las matronas, pero difiere en que yo lo ejerzo sobre los hombres y no sobre las mujeres, y en que asisten al alumbramiento, no los cuerpos, sino las almas. La gran ventaja es que me pone en estado de discernir con seguridad, si lo que el almo de un joven siente es un fantasma, una quimera o un fruto real. Por otra parte, yo tengo de común con las parteras que soy estéril en punto a sabiduría, y en cuanta a lo que muchos me han echado en cara diciendo que interrogo a los demás y que no respondo a ninguna de las cuestiones que se me proponen, porque yo nada se, este cargo no carece de fundamento.

Pero he aquí por que obro de esta manera. El dios me impone el deber de ayudar a los demás a parir, y al mismo tiempo no permite que yo mismo produzca nada. Esta el la causa de que no este versado en la sabiduría y de que no pueda alabarme en ningún descubrimiento que sea una producción de mi alma. En compensación, los que conversan conmigo, si bien algunos se muestran muy ignorantes al principio, hacen maravillosos progresos a medida que me tratan, y todos se sorprenden de este resultado, y es porque el Dios quiere fecundarlos. Y se ve claramente que ellos nada han aprendido de mi, y que han encontrado en si mismo los numerosos y bellos conocimientos que han adquirido, no habiendo hecho yo otra cosas que contribuir con el Dios a hacerles concebir.

“La prueba es que muchos, que ignoraban este misterio y se atribuían a si mismos tal aprovechamientos, habiéndome abandonado antes de lo que convenía, ya por desprecio a mi persona, ya por instigación de otro, desde aquel momento han abortado en todas sus producciones, a causas de las malas amistades que han contraído, y han perdido por una educación viciosa lo que habían ganado bajo mi dirección. Han hecho mas caso a quimeras y fantasmas que de la verdad, y han concluido por parecer ignorantes a sus propios ojos y a los de los demás.

A los que se unen a mi les sucede lo mismo que a las mujeres embarazadas; día y noche experimentan dolores de parto e inquietudes mas vivas que las ordinarias que sienten las mujeres. Estos dolores son los que yo puedo despertar o apaciguar, cuando quiero, en virtud de mi arte. Todo esto es respecto a los que me tratan. Alguna vez también, Teeteto, cuando veo a alguno cuya alma no me parece preñada, convencido de que no tiene ninguna necesidad de mi, trabajo con el mayor cariño en proporcionarle un acomodamiento, y puedo decir que con el socorro del Dios conjeturo felizmente respecto a la persona a cuyo lado y bajo cuya dirección debe ponerse. Por esta razón he colocado a muchos con Prodico y otro sabio divinos personajes.

“La razón que he tenido para extenderme sobre este punto, mi querido amigo, es que sospecho, así como tu dudas de tu alma esta preñada y a punto de parir. Condúcete, pues, conmigo, teniendo presente que soy un hijo de partera, experto en este oficio; esfuérzate en responder, en cuanto te sea posible, a lo que te propongo; y si después de haber examinado tu respuesta creo que es un fantasma y no un fruto verdadero, y si en tal caso te lo arranco y te lo deshecho, no te enfades conmigo, como hacen las que son madres por primera vez. Muchos, en efecto, querido mío, se han irritado de tal manera cuando les combatía alguna opinión extravagante, que de buena gana me hubieran despedazado con sus dientes. No puede persuadirse de que yo nada hago que no sea por cariño hacia ellos, y están muy distantes de saber que ninguna divinidad quiere mal a los hombres, y que yo no obro así porque les tenga mala voluntad, sino porque no me es permitido en manera alguna conceder como verdadero lo que es falso, ni tener la verdad oculta.


2.- Análisis
Teeteto me encanto, fue un gran ejemplo el que utilizo, el de la partera. En si lo que dice el Teeteto es que el es como una partera, pero en cambio el no trabaja con mujeres sino con hombres. El ayuda a hacer nacer ese conocimiento que quizá estuvo creciendo dentro de si mismo por algún tiempo. Como que lo hace florecer. Dice que el es estéril en cuestión de sabiduría por que de laguna forma quiera que la otra persona aprenda por si mismo y no completamente con su ayuda sino que con un poco de guía. Que Dios solo le impone el debe de ayudar a los demás a parir pero que no permite que el produzca nada, o sea que el puede guiarlos hacia el conocimiento pero no darles las respuestas a todo.

Dice que los que se unen a el sufren los dolores de las mujeres embarazadas; en el caso de los hombres sienten la inquietud de aprender mas y que tal vez al experimentar alguna cosa sientan decepción (dolor) al fallar. Que el no hace nada que no sea por cariño hacia las personas, o sea que el enseña lo que sabe porque le gusta que la demás gente tenga ese privilegio de tener conocimiento y que el ve las cosas como son lo que es falso es falso y lo verdadero es verdadero, que el no va a cambiar eso.

También alienta a las personas a le tengan fe ya que el siendo el “hijo de una partera” tiene toda la experiencia para hacerlo que hace, y que se esfuercen en responder a sus posibilidades, y que si su respuesta no es la correcta que nos se enfaden sino que intenten de nuevo en encontrar la verdad que buscan.




  Jueves 9 de Septiembre 2010


Características Principales del pensamiento educativo de Platón

UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFESIONAL
LIC. EN EDUCACION
MATERIA: Teoría de Educación
TEMA: Características Principales del pensamiento educativo de Platón
Nombre: Darlin Barrientos Franco
Bibliografía: Teoría de la Educación; James Bowes y Peter Hobson
Editorial: Limusa México

1.- Resumen
Platón fue la primera persona en la historia de la civilización que desarrollara una teoría de la educación basándose en una filosofía total, y  ello mediante la perspicacia y competencia de la genialidad. En un sentido real estableció las reglas fundamentales de donde se ha desarrollado todo pensamiento educativo y filosófico. Platón partía de la tradición filosófica griega, según la cual tras el universo hay in principio de equilibro o armonía que mantiene la continuidad frente al cambie y la diversidad, y como promueve el bienestar genera del cosmos tiene que ser el Bien ultimo.
El hombre, es claro, como agente consciente y automotivante, participa de las operaciones del mundo y la filosofía de Platón presta mucha atención al hombre. Platón afirmo que puesto que los fenómenos se hallan en un proceso constante de mutación, nada se puede decir acerca de ellos con seguridad. Son en sí mismos solo individuales y por tanto casos imperfectos de formas definitivas; por lo tanto son meramente apariencias y de ellos solo podemos tener opiniones, aunque debido al modo en que opera el lenguaje, parce que hacemos aserciones validas.
El conocimiento puede verse únicamente cerca de lo que es, y lo que es ha de ser atemporal y absoluto. Por lo mismo, nosotros solo poseemos conocimiento de las Formas, lo que según Platón, proviene de alguna oscura manera de dentro de nosotros mismos. No podemos decir en realidad como obtenemos nuestra percatación u entendimiento de las verdades profundas, por los que pensaba que nacemos con ellas; o sea que este conocimiento preexistente es algo que tenemos implantado en nosotros. Así, sostenía que conocer en realidad es volverse consciente de, o “recordar” lo que ya tenemos latente dentro de nosotros.
Según Platón, no obstante que poseemos el conocimiento implantado dentro de nosotros, no lo aprehendemos con facilidad. En nuestras mentes ocurren nociones vagas y verdaderas y percepciones fascinantes de la verdad, pero con frecuencia se desvanecen  y se pierden de nuevo. Platón busco un método de llevar a cano apropiadamente inquisiciones verbales y tal fue la dialéctica. En esencia se trata del proceso ordenado del debate, de la discusión y de la argumentación, mediante los cuales podemos establecer apropiadamente afirmaciones satisfactorias.
La idea de que el conociemiento se encuentra preexistente en la mente permitió a Platón explicar la variedad de conocimiento intelectual en unos y otros: apelo al plan general de la naturaleza. Platón analógicamente, denomino de oro, plata y bronce. Es un hecho simple de la naturaleza que los hombres al igual que todo lo demás del mundo, se componen de elementos en diversas proporciones. Para Platón a esto constituía también una racionalización del orden social existente, donde los esclavos y los operarios daban sostén a una pequeña aristocracia.

La gente de bronce, afirmaba, a todas citas se encontraba dominada por procesos apetitivos; por lo que necesariamente debían seguir la senda de mantener el equilibrio en la ronda diaria de la alimentación, el abrigo y el sueño, debían trabajar en tarea cíclicas de producción- agricultura, artesanado etc.- que proporcionan esas cosas. La gente de plata y de oro posee una “dotación”
Mayor en lo que se refiere al intelecto, por lo que su vida, no obstante  que requiere la satisfaccion de la necesidad cotidiana, no ha de quedarse ahí. Deben proseguir el cultivo de intelecto por dos razones; en primer lugar porque cumple esa función teleológica propia del hombre; en segundo lugar, porque esa gente son líderes natos, y a medida que desarrollan su inteligencia se aprestan mejor para gobernar. Y como la gente de oro es la superior, se han de convertir en gobernantes filósofos, mientras que la gente de plata son “auxiliares”, o clase militar que protege la sociedad.
En el pensamiento de Platón, los tres aspectos tradicionales de la filosofía quedan ya todos elaborados: su metafísica trata sobre la realidad última de las formas puras, que culmina en la Forma del Bien; su epistemología presenta al hombre como dotado, según una razón de la naturaleza, con un conocimiento persistente que, si activado como se debe, le permite alcanzar el entendimiento del mundo; sus sistemas de valores, o axiología, se basa en la naturaleza absoluta de Bien, que el hombre ha de buscar comprender mediante una visión mas excelsa. A tener de la que la creencia de que las personas varían en dotación, Platón opinaba que las de oro u palta llegan a un entendimiento del Bien mediante la intelección; las de bronce han de ganarse dicho entendimiento, y solo parcialmente, mediante el habito.
En opinión de Patrón la forma superior de existencia de todo hombre es la búsqueda del conocimiento, esto es, la educación, medio de transcendencia. La educación para Platón, se halla vinculada con la presuposición filosófica de la interrelación total del cómos y de la operacion de la armonía y el equilibrio en la naturaleza, que en si son conceptos pitagóricos básicos. Al ser parte de la naturaleza, el hombre ha de procurarlos y esforzarse o poner en práctica sus principios. Por lo tanto, el cometido fundamental en la sociedad ha de ser mantener ese principio de la armonía o equilibrio, que en su equivalente humano es la justicia; sobre esta se ha de estructurar el Estado y las personas deben entregar sus energías a garantizarla y mantenerla.
Según Platón en favor de los niveles inferiores de la sociedad, salvo procurar que la cada en ellos sea razonablemente cómoda y segura. Al carecer de una capacidad de la vida intelectual a nivel superior, las masas trabajadoras deben ser protegidas de las ideas perturbadoras, procurando que se mantengan sus mitos y leyendas; en efecto, hay que ponerlas a buen recaudo de intentos intelectuales, porque carecen de la capacidad para resolverlos, por lo que solo se verán perturbadas u atemorizadas, si no  es que incluso salgan huyendo. Si su vocación lo exige, aprenderán a leer, escribir y contar, pero esto no ha de servir más que como habilidad local e instrumental.
La verdadera educación se debe inclinar solo en aquellos que pueden sacar ventaja de la misma, y ha de ser primordialmente responsabilidad de Estado. Por Estado, es claro, Platón entendía la ciudad-estado de su época, cuya población total estaba entre los cincuenta mil y los doscientos mil.
En la filosofía de Platón hay varios aspectos centrándose en:
·        Su distinción entre un mundo real de formas puras y nuestro mundo cotidiano de apariencias.
·        Su inferencia de, por tanto, hemos de procurar obtener el conocimiento intelectivo como nuestra meta suprema;
Su suposición de que la gente tiene diversas capacidades y aptitudes y de que la educación seria la búsqueda de las ideas, solo se debe impartir a unos cuantos;
·        Su deseo de establecer un Estado donde se obtenga la justicia cono resultado de la completa concordia humana.

2.-  Analisis
Platon en verdad tiene varios puntos de vista sobre la educación, lo que me llamo la atención es su ideología sobre las clases sociales. Al las personas que dividió en tres estatus por asi decirles, los de oro,plata y bronce. El pensaba que las personas de oro tenían todo el derecho de obtener educación por que eran ellos lo que se convirterian en gobernantes filosofos. También que era necesario que las personas de plata obtuvieran educación por que de alguna manera seria ellos quienes auxiliaran a los de oro o desempeñarían trabajo militar o ayudar a la gente. Y por ultimo que para las personas de bronce no era tan necesario tener  educación ya que ellos eran los que laboraban en producion, agricultura y artesanado por ende no les era necesario aprender. Pero que si en dado caso su vocación (de las personas de bronce) se los exigia, tenían derecho de aprender aunque el conocimiento que llegaran a adquirir les serciria como habilidad local e instrumental, o sea que solo para uso personal y para poder desempeñar su vocación.


Miercoles 8 de Septiembre 2010

Las Teorías de la Educación según Platón y Aristóteles

UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFESIONAL
LIC. EN EDUCACION
MATERIA: Teoría de Educación
TEMA: Teoría de la educación según Platón y Aristóteles
Nombre: Darlin Barrientos Franco

1.- Resumen
Platón señala que cuando adquirimos nuevos conocimientos, lo que realmente hacemos es aumentar nuestra comprensión de esas ideas: no se trata de conocimientos incorporados por medio de nuestros órganos de los sentidos (o sea conocimientos de las apariencias), que Platón consideraba como engañoso e ilusorios, sino de acercarse más al mundo de las ideas por medio del intelecto, donde quiera que ese mundo se encuentre.
Para alcanzar el conocimiento, Platón mostro varios procedimientos a lo largo de sus distintos diálogos. Por ejemplo , la fórmula para comprender la idea de la belleza se encuentra en el Simposio, y consiste en empezar contemplando un objeto que todos consideren bello,( En su sociedad consideraban bello e interesante: un esclavo jovencito y hermoso) después se reúne un grupo de tales jovencitos y se trata de identificar el patrón común de su belleza, de ahí se pasa a examinar la belleza propia del proceso mismo de aprendizaje, después la del aumento en el conocimiento, de ahí la de la generalidad de las leyes y así sucesivamente, hasta el final alcanzar la idea misma de la belleza.
En cambia en otro dialogo el MENON, Platón sugiere que el conocimiento de la ideas es realmente un reconocimiento, en vista de que ya las conocíamos en alguna encarnación anterior o sea que se propone la existencia de ideas o conocimientos a priori.
Aristóteles contribuyo de manera enorme a la teoría del conocimiento, no solo por sus escritos sino por su influencia en los pensadores medievales, para quienes su opinión sirvió casi siempre de punto de partida y no pocas veces de árbitro de la verdad.
Las principales ideas aristotélicas sobre el método científico en las siguientes cuatro: 1) teoría del silogismo;  2) teoría de las definiciones;  3) el método inductivo –deductivo;  4) teoría de la casualidad.
Teoría del silogismo.  De acuerdo con Aristóteles los mismos principios generales de razonamiento rigen en todas las ciencias, entre las que incluía la política, la ética y la estética. Estos principios que aparecen pro primera vez en la Primera analítica, fueron inventados  por Aristóteles y se refieren a las distintas formas que pueden tomar las proposiciones y las cuales son validas o inválidas.
Teoría de las definiciones la definición o esencia y la propiedad; una no es “convertible”, el accidente; y las otras dos son el género y la especie. Lo mismo que Platón, Aristóteles pensaba que la más importante función del filosofo era la búsqueda de las definiciones correctas de las cosas, o sean  conceptos o universales. Aristóteles dice que una propiedad del hombre es ser capaz de aprender gramática, porque si un ser vivo  es un hombre, es capaz de aprender gramática, y si un organismo vivo es capaz de aprender gramática, es un hombre.
De hecho, el descubrimiento de la esencia de las cosas no puede ser un proceso puramente lógico y mental, sino que requiere tomarlas en cuenta, examinarlas y sujetarse a los resultados del examen. En primer lugar señala la participación importante de las percepciones sensoriales en la recolección de datos; en segundo lugar, supone que la mente tiene la capacidad de reconocer y aislar semejanzas entre objetos diferentes; en tercer lugar, que por medio de tales semejanzas se pueden construir clases distintas, como géneros y especies.
El método inductivo – deductivo, Aristóteles ilustra este método por medio del análisis de un eclipse lunar. Aristóteles señalo cuatro requerimientos empíricos (o sea no lógicos)  a las premisas de cualquiera deducción con pretensiones de calificar como explicación científica. Primero, que deberían ser ciertas; segundo, que deberían ser indemostrables; tercero, que deberían ser mejor conocidas que la conclusión; y cuatro, que deberían ser causas de los atributos mencionadas en la conclusión.
Teoría de la casualidad Aristóteles tenía una noción de causa más amplia y géneros que la contemporánea. Esta era una parte de una historia mucho más compleja y elaborada para explicar la existencia o la naturaleza de cualquier cosa, era indispensable especificar cuatro tipos diferentes de causas: materiales, eficientes, formales y finales.

2.- Analisis
Platón pensaba que no adquiríamos conocimientos nuevos, sino que los reforzábamos o llegábamos a entender. Ya que él decía que esos conocimientos ya habían sido adquiridos en “otra vida” o a priori anteriormente. También que para llegar al conocimiento era necesario de alguna manera examinar cierta cosa a tal profundidad que llegáramos a realmente comprender el porqué. Tal el ejemplo del esclavo, que para comprender el porqué de su belleza junto a varios tales como él y busco algún patrón algo que tuvieran en común, y así entender el porqué.
Por otro lado Aristóteles también aporto con sus pensamientos de varias y distintas formas. Por ejemplo el planteo cuatro ideas sobre el método científico. En el caso de la teoría de las definiciones dice que el hombre es capaz de aprender porque es un ser vivo, y que si es un ser vivo es capaz de aprender. Que el aprender de las cosas no solo es lógico sino que hay que examinarlas, buscar semejanzas y diferencias.

                                                                                                                                                                                                       Fecha: Martes 7 de Septiembre del 2010
Darlin Barrientos Franco