jueves, 7 de octubre de 2010

La escuela libre

UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFESIONAL
LIC. EN EDUCACION
MATERIA: Teoría de Educación
TEMA: La Escuela Libre A.S. Neill
Nombre: Darlin Barrientos Franco
Bibliografía: Teoría de la Educación; James Bowen y Peter R. Hobson
Editorial: Limusa México, pp. 309- 314


1.- Resumen
Como durante su tiempo de aprendizaje no logro aprobar en la escuela normal, fue dando clases como maestro no recibido en Dundee. Fue allí donde sintió por primera vez la presión de satisfacer las exigencias de la sociedad y después de estudiar “empollando” paso el examen para matricularse en la Universidad de Edimburgo. Neill había sido educado en el sistema de disciplina formal y de memorización verbal abstracta de las asignaturas. Una característica del enfoque pedagógico de Neill fue su insistencia en lo que llamaba “la libertad del niño”. Neill creía asemejándose en ciertos aspectos a Rousseau, que nunca se debe obligar al niño a que aprenda. Se debe permitir que siga su propio camino y que busque aprender solo por sus propias necesidades e impulsos interiores. El psicoanálisis no es una única escuela de pensamiento psicológico; por el contrario se caracteriza por múltiples teorías, a veces contrapuestas, demasiado complejas para resumirlas. En rasgos generales, sin embargo, su doctrina central es el concepto del yo: la personalidad única de cada individuo. Ese yo se establece genéticamente en la concepción; es dotado de una “naturaleza” que contiene sus propios patrones de crecimiento y desarrollo para el futuro.
La educación debe ser un “cultivar”, un proporcionar las condiciones optimas para el crecimiento, una atención cuidadosa para procurar que el abrirse no sea ni estorbado ni reprimido. La libertad según él la ve, es una ausencia de constricciones sobre el niño, es una condición donde se permite a la personalidad latente desarrollarse de la manera que refiera, aunque con el presupuesto de que el “yo” inherente es bueno, y bajo tales condiciones crecerá por tanto por el “buen camino”. para Neill, el “bien” se define por los resultados del crecimiento; el proceso determina el producto, en lo que se opone diametralmente (plenamente) a Platón, y esta de total acuerdo con Rousseau. Sostiene que los procesos del crecimiento y desarrollo van guiados por alguna especie de mecanismo regulador. Sostiene Neill que si genuinamente buscamos que cada ser humano alcance su plena estatura como persona, hemos de permitir que las fuerzas del crecimiento y desarrollo interior operen naturalmente, para lo que es esencial la libertad, en el sentido de ausencia de restricciones. Neill simplemente apela una vez más al concepto de la naturaleza, sugiriendo que la meta es el logro de la idea del yo, y que tal logro se caracteriza por la felicidad. Neill considera la felicidad como aquella condición en la que el individuo participa en la sociedad en un equilibrio completo, con capacidades latentes tan cultivadas que participa significativamente y con un sentido satisfactorio de trabajar óptimamente. Es difícil definir la felicidad con exactitud, aunque tiene una cualidad en gran medida estética: proviene del sentido cotidiano del desenvolvimiento y satisfacción con la propia participación en la vida.
La disposición de una ambiente que dé apoyo a la necesidad que tiene el niño de desarrollar sus potencialidades. Idealmente no debería haber ningún plan de estudios fijos, y toda cultura de la civilización debería ser un reino emocionante donde el niño pudiera explorar y participar en aquellas características que interesan a sus necesidades personales. El maestro ha de actuar psicoanalíticamente; su tarea consiste en ayudar al niño evitando dirigirlo lo más posible, de manera que pueda proseguir sus investigaciones y la búsqueda del yo particular. Sobre todo, el maestro no debe imponer su propia voluntad o su personalidad sobre el niño, y por tanto es canon de tal procedimiento que todo castigo y coerción deben quedar abandonados. Al niño no hay que obligarlo a que haga nada, y ello por dos buenas razones: porque la obligación vicia el principio de la libertad, que es necesario para el debido desarrollo del yo, y porque las cosas que se aprenden bajo coerción (dominación) no se integran del todo al yo. La moralidad es fundamental un proceso social y si tiene algunos absolutos todos parten de un principio cardinal de respeto por el individuo. Por lo tanto, la propiedad privada se justifica porque pertenece al individuo y ayuda a mantenerlo.
Neill persevero en sus creencias y sostuvo que jamás exigió a ningún niño que aprendiera: solo a medida que el niño la busca, se le da la enseñanza. Jamás se a puesto totalmente a prueba su manera de proceder. Se dispone de un plan de estudios normal (para aquellos niños que asisten libremente a clase) porque es el único modo de hacer que obtengan los créditos necesarios para emplearse o para lo demás en el mundo exterior. El sistema de Neill insiste tanto en la auto motivación y en el impulso permanente para adquirir el conocimiento según la capacidad personal, que en realidad conduce a la supervivencia del más fuerte, que en este caso son los alumnos más motivados e inteligentes. El meollo es la ausencia de restricciones sobre el individuo, pero también está la noción de libertad como oportunidad de actuar en el mejor interés de uno mismo, lo que, supone cortapisas sobre los deseos conflictivos. Toda la cuestión de la relación entre la filosofía y teoría pedagógica debe ser tomada en cuenta cuando se trata de Neill.
2.- Análisis
Creo que Neill tiene una forma de pensar realista, pero hasta cierto punto. El consideraba que a los niños no se les debía obligar a aprender, que se les enseñaría según el deseo que tuviera el niño de aprender nuevos conocimientos. Si tiene razón, pero pienso yo, “a qué edad se debe emplear esto? ¿Cuál es la edad correcta en cual los niños pueden tomar decisiones sobre aprender o no?” estoy de acuerdo con Neill pero creo que esta decisión no debería ser tomada por niños a tan temprana edad, porque si dependiera de ellos creo que la mayoría preferiría jugar que aprender. También habla sobre la “Libertad” del niño, en la cual no deben de existir restricciones para que así, el niño pueda desarrollar su personalidad latente. Dice que cada persona tiene como un mecanismo regulador de crecimiento, en el cual va pidiendo el conocimiento según su desarrollo. Dice que si queremos que cada individuo alcance su “estatura ideal” es necesario dejar que la naturaleza tome su curso y no tratar de apresurarla, por así decirlo.

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