jueves, 7 de octubre de 2010

La Forma del Bien

UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFESIONAL
LIC. EN EDUCACION
MATERIA: Teoría de Educación
TEMA: La forma del bien
Nombre: Darlin Barrientos Franco
Bibliografía: Teoría de la Educación; James Bowen y Peter R. Hobson
Editorial: Limusa México pp. 60-68


1.- Resumen

La definición del Bien es fundamental en la argumentación, lo que Platón realiza por su teoría de las Formas que se presenta en una prolija metáfora. En el mundo físico, según explica, el ojo puede ver objetos porque están iluminados por el Sol, que es una fuente de luz; de igual manera, en el mundo inteligible, el ojo de la mente puede “ver” los objetos inteligibles porque están iluminados por la Forma de Bien, que es la fuente de la luz intelectual. Aquí estriba la base de su tesis educativa: solo hay algunos que tienen la capacidad de “ver” en el mundo inteligible y alcanzar, por ende, la Forma de Bien. Se trata de persona s que poseen una “energía ínsita en su alma”. Se sigue que en el Estado, por lo mismo, ha de ser gobernado por tales personas, y como estas contienen en si mismas la justicia aceptaran su obligación de dar el Estado el beneficio de su prudencia.

Sabes que cuando volvemos los ojos a objetos que no están iluminado pro el sol, sino por los astros nocturnos, cuesta trabajo distinguirlos, esta uno casi ciego, y la vista no es clara. Pero que, cuando miramos los objetos iluminados por el sol, entonces los vemos distintamente, y la vista esta muy clara. Lo mismo ocurre respeto al alma. Cuando esta fija sus miradas en objetos alumbrados por la verdad y por el ser, los ve claramente, los conoce, y muestra estar dotado de inteligencia; mas cuando vuelve su mirada a lo que esta mezclado con tinieblas, a lo que nave y perece turbarse su vista, se oscurece, y solo tiene opiniones que cambian a cada paso: en una palabra, que parece por completo desprovista de inteligencia. Los seres inteligibles no solo reciben del bien su inteligibilidad, sino, además, su ser y su esencia, aun cuando el propio bien no sea su esencia, en dignidad y en poder.

La primera clase de cosas inteligibles; El alma, para llegar a conocerla, se ve obligada a servirse de suposiciones, no para llegar hasta un primer principio, porque no puede remontarse mas allá de las suposiciones que ha hecho, sino que empleando imágenes terrena y sensibles, que solo pro la opinión conoce, y suponiendo que son claras y evidentes, se ayuda de ellas para el conocimiento de las verdaderas figuras.  La segunda clase de cosas inteligibles; Son aquellas que el alma capta inmediatamente por vía de razonamiento, haciendo algunas hipótesis que no considera como principios, sino como simples suposiciones, y que le sirven de grados y de puntos de apoyo para elevarse hasta primer principio independiente de toda hipótesis. Cuatro clases de objetos sensibles e inteligibles cuatro diferentes operaciones del alma, a saber: a la primera clase, la pura inteligencia; a la segunda, el conocimiento razonado; a la tercera, la fe; a la cuarta, la conjetura; y a cada una de estas maneras de conocer mas o menos evidencia, según que sus objetos participen en mayor o menor grado de la verdad.

Un hombre sensato se hará la reflexión de que la vista puede ser turbada de dos maneras y por dos causas opuestas: por el paso de la luz a la oscuridad, o por el de la oscuridad a la luz; y aplicando a los ojos del alma lo que acontece a los de cuerpo, cuando la vea turbada y embarazada para distinguir ciertos objetos, en lugar de reírse sin razón de semejante perplejidad , examinara si proviene de que descienda de in estado mas luminoso ; o si es porque, pasando de la ignorancia a la luz, quede ofuscada por su fulgor excesivo. En el segundo caso, la felicitara por su perplejidad; en el primero compadecerá su suerte; o, si quiere reírse a costa suya, su burlas serán menos ridículas que sus se dirigiesen al alma que vuelve a descender de la morada de la luz.

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