jueves, 7 de octubre de 2010

Plan de eswtudios para la educación del guardian

UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFESIONAL
LIC. EN EDUCACION
MATERIA: Teoría de Educación
TEMA: Plan de estudios para la educación del guardián
Nombre: Darlin Barrientos Franco
Bibliografía: Teoría de la Educación; James Bowen y Peter R. Hobson
Editorial: Limusa México pp. 68-78


1.- Resumen

Ahora la discusión se vuelca sobre el plan de estudios para el designado guardián. Partiendo del fundamento de los estudios de la música, la literatura y la educación física. Se propone un plan de matemáticas de diez años –aritmética, geometría (plana y solida), astronomía, a lo que seguirá un quinquenio de dialéctica. No se trata aquí de arrojar un tejuelo, como en el juego, sino de impartir al alma un movimiento que, del día tenebroso que la rodea, la eleve hasta la verdadera filosofía. La llamo en general la ciencia de los números y del cálculo. Indispensable es para el guerrero, si quiere entender algo de la ordenación de un ejército, o más bien si quiere ser hombre. Presenta la ventaja que se busca, la de elevar al alma a la pura inteligencia, y llevarla a la contemplación de lo que es, mas nadie sabe servirse de ella como es debido. La vista, decíamos, percibe el grandor y la pequeñez, no como dos cosas separadas, sino como cosas confundidas, y para poner en claro esa separación confusa, el entendimiento , haciendo lo contrario de la vista, se ve esforzado a considerar el grandor y la pequeñez, no ya como confundidos, sino como distintos el unos de la otra. Los objetos sensibles, unos incitan al alma a la reflexión, designando así a los que producen a la vez dos sensaciones contrarias; los otros no invitan al espíritu a reflexionar, porque solamente una reflexión hacen nacer en él.
Si logramos un conocimiento suficiente de la unidad por medio de la vista o de cualquier otro sentido, ese conocimiento no podrá dirigirnos hacia la contemplación de la esencia. El conocimiento de la unidad es uno de los que elevan al alma y la vuelven hacia la contemplación del ser. La aritmética y la ciencia del cálculo tienen por objeto el número. Una y otra llevan al conocimiento de la verdad. Necesarias son en efecto, al guerrero para disponer bien un ejercito; al filosofo para salir de lo que nace y muere, y elevarse hasta la esencia misma de las cosas; porque sin esto jamás habría un autentico matemático.  Pongamos pues como ley para aquellos que entre nosotros están destinados a ocupar los primeros puestos, que se apliquen en la ciencia de calcula, que la estudien , no superficialmente, sino hasta que, por medio de la pura inteligencia, hayan llegado a conocer la esencia de los números; no para las ventas y compras, sino para aplicarla a las necesidades de la guerra y facilitar al alma el camino que debe llevarla desde la espera de las cosas perecederas a la contemplación de la verdad y del ser.
La virtud que posee para elevar el alma, obligándola a razonar sobre los números tales cuales son en si mismos, sin tolerar jamás que sus cálculos versen sobre números visibles y palpables. No podemos pasarnos absolutamente sin esas ciencias, puesto que es evidente que obliga al alma a servirse de entendimiento para conocer la verdad. Los que han nacido calculadores, dotados de espíritu de combinación, tiene mucha facilidad para casi todas las ciencias, y que los mismos espíritus pesados, cuando se han destinado suficientemente en el calculo, consiguen con ello, cuando menos, la ventaja de adquirir mas facilidad y penetración. La geometría mueve el alma a contemplar la esencia de las cosas, nos conviene; si se detiene en sus accidentes, no nos conviene. Hablan de cuadra, de prolongar, de añadir, y así sucesivamente, como si realmente operasen, como si todas sus demostraciones tendiesen a la práctica, cuando toda esta esencia no tiene otro objeto que el conocimiento. Atrae el alma hacia la verdad, forma en ella el espíritu filosófico, obligándola a dirigir hacia lo más alto sus miradas, en lugar de posarlas, como suele hacerse, en las cosas terrenas. Las ciencias de que hablamos ofrecen una considerable ventaja, pero que pocas gentes saben apreciar. Consiste esa ventaja en purificar, en reanimar un órgano cuya conservación nos importa mil veces más que la de los ojos de cuerpo, puesto que solamente gracias a él percibimos la verdad.
La astronomía obliga al alma a mirar a lo alto, y a pasar de las cosas de la tierra a la contemplación de las del cielo. Los astrónomos: indagan de que números resultan los acordes que hieren el oído; pero no llegan hasta ve en esos acordes exclusivamente un medio de descubrir cuales son los números armónicos y cuales no, ni de donde procede esa diferencia entre ellos. El estudio de las ciencias de que hemos hablado produce el efecto, eleva la parte más noble del alma hasta la contemplación de lo más luminoso que existe en el mundo material y visible. La mayor parte de las arte solo se ocupa de las opiniones de los hombres, y de sus gustos, de la producción y de la fabricación, o incluso simplemente del mantenimiento de los productos des la naturaleza o del arte. En cuanto las artes restantes, como la geometría y todas del mismo orden, que según nosotros, tiene algún comercio con lo que es, vemos que el conocimiento que poseen del ser asemeja a un sueño; que les será imposible siempre verlo con la clara visión que distingue la vigilia del ensueño, mientras no se eleven por encima de sus hipótesis, de las cuales no pueden dar razón. Si algún día te hallases en efecto encargado de la educación de los mismos discípulos que aquí formas por modo de discurso, no lo pondrías, sin duda al frente del Estado, con pleno poder para disponer en los mayores asuntos, si sus pensamientos fuesen para ellos lo que son en geometría las líneas irracionales, y no pudiesen dar razón de mas nada. Les prescribirás, pues, que se apliquen especialmente a la ciencia de interrogar y responder de la manera más sabia posible. – Por tanto, estimas que la dialéctica es, por así decirlo, el supremo ápice y como de las demás ciencias, que no hay ninguna otra que deba por cima de ella, y que cierra la serie de las ciencias que importa aprender. – En efecto.

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